Regeneración del DPF: este estilo de conducción estándar puede causar problemas

Regeneración del DPF: este estilo de conducción estándar puede causar problemas

Los DPF o filtros de partículas diésel reducen las emisiones de hollín en un 80 %. Si llegan a regenerarse. Un estilo de conducción con ciclos frecuentes de parada y arranque puede dificultar la regeneración del DPF. descubra las razones.

Con la introducción de la normativa Euro 5 en 2009, los filtros de partículas diésel o DPF pasaron a ser obligatorios en los vehículos diésel.

Realizan una función muy importante: por lo general, los DPF reducen las emisiones de partículas diésel un 80 %.


¿Cómo funciona un DPF?

Un filtro de partículas diésel acumula las partículas de hollín del escape. Como cualquier otro filtro, tiene que limpiarse o pierde su eficacia de filtrado.

Un DPF se limpia solo, a esto se le llama regeneración del DPF. El resultado es que el hollín acumulado se quema a alta temperatura, y solo queda la ceniza mínima.


¿Qué se necesita para la regeneración del DPF?

Se necesitan altas temperaturas de escape para quemar el hollín. Estas temperaturas suelen alcanzarse en la conducción por autovías o autopistas. Es lo que se conoce como regeneración pasiva.

Pero no todos los coches se destinan al mismo tipo de conducción. Por eso los DPF están equipados para la regeneración activa: cuando el hollín acumulado es de más o menos el 45 %, se "fuerzan" unas temperaturas de escape más altas. Así se vacía el filtro, siempre que el trayecto no sea demasiado corto. 


¿Por qué falla la regeneración del DPF?

Cuando los vehículos en los entornos urbanos no alcanzan velocidades altas y se usan principalmente para trayectos cortos, la regeneración podría fallar. 

Esto no es bueno. El combustible extra inyectado a los cilindros para la regeneración activa no se quema y pasa al cárter, con una menor calidad del aceite y un mayor nivel de aceite como resultado, lo que puede dañar e incluso destruir el motor.


Las 3 fases de una regeneración incorrecta (y cómo actuar en cada fase)

Una regeneración incorrecta puede producirse en tres fases. Obviamente, es más difícil de solucionar con cada fase.

Fase 1: el testigo del DPF se enciende. La regeneración no puede completarse. 

Cómo solucionarlo: en la mayoría de los casos, el conductor puede solucionar la regeneración incompleta conduciendo durante 10 minutos a 65 km/h (unas 40 mph) o a mayor velocidad.

Fase 2: si el conductor ignora el primer testigo, se encenderá otro testigo cuando el hollín acumulado alcance el 75 %.

Cómo solucionarlo: en este punto, tendrá que acudir a un concesionario o taller para que realicen una regeneración "forzada".

Fase 3: si el vehículo no se lleva a un mecánico, el hollín continuará acumulándose hasta más del 85 %, y ni siquiera podrá realizarse la regeneración forzada.

Cómo solucionarlo: en esta fase, el DPF debe desmontarse para limpiarse o, en el peor de los casos, sustituirse.


Otras causas para la regeneración incompleta del DPF

Incluso si el vehículo se conduce a velocidades altas o en trayectos largos, existe la posibilidad de que se presente un problema con la regeneración del DPF.

Las siguientes son otras causas posibles:

  • Tipo de aceite incorrecto. Los vehículos con DPF necesitan aceites del motor con bajo contenido en cenizas y azufre;
  • Combustión incompleta causada por problemas con la admisión, el combustible o el sistema de recirculación de los gases de escape (EGR);
  • Un testigo o un código de avería registrados en el sistema de gestión del motor;
  • Un nivel bajo de combustible (menos de ¼ en el depósito);
  • Se ha superado el intervalo de mantenimiento;
  • Poco o sin aditivos Eolys (si se aplica).

En resumen: si su cliente tiene problemas repetidos con el DPF, el primer paso es comprobar si sus hábitos de conducción favorecen una regeneración completa del DPF.

Si es así, toca examinar otras causas posibles.

Resumen:

  • Los DPF están diseñados para reducir las emisiones de hollín un 80 %.
  • Tienen que vaciarse solos, a esto se llama regeneración.
  • Un estilo de conducción urbano, con frecuentes ciclos de parada y arranque, puede dificultar esta regeneración.
  • Un testigo del DPF es un indicativo que aconseja conducir 10 minutos a mayor velocidad para que el DPF pueda regenerarse